...y no es que fuera odioso o detestable y antipático a los demás. Al contrario, tenia muchos amigos. Muchos lo querían bien. Pero siempre era simpatía y amabilidad lo que únicamente encontraba; lo invitaban, le hacían regalos, le escribían bonitas cartas pero nadie se le aproximaba espiritualmente, por ninguna parte surgía compenetracion con nadie, y nadie estaba dispuesto ni era capaz de compartir su vida...
viernes, 13 de junio de 2008
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario